Pero recordemos que hay
dos formas opuestas de enriquecerse; una es condenable, la otra es laudable. Una es con la ayuda de favores del gobierno, usando la coerción para ganar contra la competencia - eso es poder político; la otra es creando y produciendo productos y servicios que la gente desea y por los que está encantada de pagar
voluntariamente para obtenerlos - eso es poder económico. No es el hecho de ser millonario que es virtuoso, sino
cómo se ha llegado a ese punto. Lo mismo se aplica a las empresas, sólo hay que ver la diferencia entre
Apple y General Motors.
Los productores, los visionarios, los creadores de valor,
éstos son los hombres que se han enriquecido mientras enriquecían al mismo tiempo las vidas de millones de personas, en la medida en que el mercado libre les permitió usar su mente, crear y producir. Y si quieres entender cómo y por qué, lee los párrafos abajo (del
discurso de Galt, en "La Rebelión de Atlas"), los enlaces a la derecha, o dedícale un tiempo a entender a fondo Qué es Capitalismo.
"Mira
más allá del momento presente, tú que gimes que temes competir con hombres de
inteligencia superior, que su mente es una amenaza a tu supervivencia, que el
fuerte deja sin oportunidad al débil en un mercado de intercambio voluntario. ¿Qué
determina el valor material de tu trabajo? Solamente el esfuerzo productivo de
tu mente – si vivieras en una isla desierta. Cuanto menos eficiente fuese el
pensamiento de tu cerebro, menos te produciría tu trabajo físico – y podrías
pasarte la vida en una única rutina, recolectando una precaria cosecha o
cazando con arco y flechas, incapaz de pensar más allá. Pero cuando vives en
una sociedad racional, donde los hombres son libres para comerciar, recibes un incalculable
beneficio: el valor material de tu trabajo está determinado no sólo por tu
esfuerzo, sino por el esfuerzo de las mejores mentes productivas que existen en
el mundo a tu alrededor.
"Cuando
trabajas en una fábrica moderna, se te paga, no sólo por tu labor, sino por
todo el genio productivo que ha hecho esa fábrica posible: por el trabajo del
industrial que la construyó, por el trabajo del inversor que ahorró el dinero para
arriesgar en lo nuevo y lo no probado, por el trabajo del ingeniero que diseñó
las máquinas cuyas palancas tú estás moviendo, por el trabajo del inventor que
creó el producto que tú pasas el tiempo fabricando, por el trabajo del
científico que descubrió las leyes que permitieron fabricar ese producto, por
el trabajo del filósofo que le enseñó a los hombres cómo pensar y a quien tú pasas
el tiempo denunciando.
"La
máquina, la forma congelada de una inteligencia viva, es el poder que expande
el potencial de tu vida al aumentar la productividad de tu tiempo. Si trabajaras
como herrero en la Edad Media de los místicos, la totalidad de tu capacidad productiva
consistiría en una barra de hierro hecha por tus manos tras días y días de
esfuerzo. ¿Cuántas toneladas de rieles produces diariamente si trabajas para
Hank Rearden? ¿Te atreverías a afirmar que el monto de tu salario fue creado
exclusivamente por tu trabajo físico y que esos rieles son el producto de tus
músculos? El nivel de vida de aquel herrero es todo lo que tus músculos valen; el
resto es un regalo de Hank Rearden.
"Cada
hombre es libre de ascender tan alto como sea capaz o quiera, pero sólo el
nivel hasta el que piensa determina hasta qué nivel ascenderá. El trabajo
físico como tal no puede extenderse más allá del momento inmediato. El hombre que
no hace más que trabajo físico consume el material equivalente a su propia
contribución al proceso productivo, y no deja ningún valor remanente para él ni
para otros. Pero el hombre que produce una idea en cualquier campo de actividad
racional – el hombre que descubre nuevo conocimiento – es un benefactor permanente
de la humanidad. Los productos materiales no pueden ser compartidos, ellos le pertenecen
a algún consumidor final; es sólo el valor de una idea el puede ser compartido
con un número ilimitado de hombres, haciendo a todos los participantes más
ricos sin el sacrificio ni la pérdida de nadie, aumentando la capacidad
productiva de cualquier trabajo que ellos realicen. Es el valor de su propio
tiempo lo que el fuerte del intelecto le transfiere a los débiles, dejando que
trabajen en los trabajos que él descubrió mientras dedica su tiempo a nuevos
descubrimientos. Esto es intercambio mutuo en beneficio mutuo; los intereses de
la mente son únicos, no importa cuál sea el grado de inteligencia, entre
hombres que desean trabajar y no buscan ni esperan lo inmerecido.
"En
proporción a la energía mental que él usa, el hombre que crea un nuevo invento
recibe sólo un pequeño porcentaje de su valor en términos de pago material, no
importa la fortuna que haga, no importan los millones que gane. Pero el hombre
de la limpieza en la fábrica que produce ese invento recibe un pago enorme en
proporción al esfuerzo mental que su trabajo requiere de él. Y lo mismo es verdad para todos los hombres intermedios,
para todos los niveles de ambición y habilidad. El hombre en la cúspide de la
pirámide intelectual contribuye el máximo a todos los que están debajo de él, pero
no recibe nada excepto su pago material, no recibe ningún beneficio intelectual
de otros para añadir al valor de su tiempo. El hombre en la base, quien,
abandonado a su suerte, moriría de hambre en su desesperada ineptitud, no
contribuye nada a aquellos sobre él, pero recibe el beneficio derivado de todos
sus cerebros. Tal es la naturaleza de la "competición" entre el fuerte y el
débil del intelecto. Tal es el esquema de "explotación" por el que habéis
condenado al fuerte."