Codicia (o Avaricia) - 1
Cita extraída del artículo de Ayn Rand publicado inicialmente en
The Objectivist en Julio de 1967,
titulado “Requiem por el Hombre”, y más tarde publicado en el libro: “Capitalismo: el ideal desconocido”; el artículo es una
brillante crítica de la encíclica del Papa Pablo VI, “Populorum Progressio”.
GLOSARIO
Estas páginas son el resultado traducido de un debate entre Objetivistas en HBL sobre el sentido de la palabra "greed" o "avarice". Los temas de las dos partes seleccionadas son contribución de Daniel Wisehart y Klaus Nordby, respectivamente.
¿Con qué criterio moral juzga la encíclica un sistema social? Su acusación
más específica contra el capitalismo es la siguiente:
"El deseo de cosas necesarias es legítimo, y el trabajo que se realiza
para
obtenerlas es un deber: ('Si alguien no trabaja, que no coma´). Pero la
adquisición de bienes temporales puede conducir a la codicia, al insaciable
deseo
por más, y puede hacer que el aumento de poder se convierta en un
objetivo
tentador. Individuos, familias y naciones pueden ser dominados por
la avaricia,
sean pobres o ricos, y todos pueden llegar a ser víctimas de un
materialismo
sofocante".
Desde tiempo
inmemorial y pre-industrial, la "codicia" ha sido la acusación arrojada contra
los ricos por analfabetos que sólo ven cosas concretas y son incapaces de
concebir el origen de la riqueza o la motivación de quienes la producen. Pero el
párrafo anterior no ha sido escrito por un analfabeto.
Términos como "codicia" y "avaricia"
connotan la imagen caricaturesca de dos individuos, uno grueso y el otro
delgado, uno dejándose llevar por una gula irresponsable, el otro muriéndose de
hambre tendido sobre cofres de oro atesorado; ambos son símbolos de la
adquisición de riquezas como un fin en sí mismo. ¿Es esa la fuerza motriz del
capitalismo?
Si toda la riqueza que gastan en su consumo
personal todos los ricos de los Estados Unidos fuera expropiada y repartida
entre nuestra población, equivaldría a menos de un dólar por persona. (Trata de
imaginarte esa cantidad, si se distribuyera entre toda la población del mundo).
El resto de la riqueza americana se invierte en producción – y es esta constante y creciente inversión la que eleva el nivel de vida de los Estados
Unidos al aumentar la productividad de sus trabajadores. Esto se estudia en el
primer curso de economía, y el Papa Pablo VI no tiene cómo no saberlo.
Para darte cuenta
de la técnica de manipulación epistemológica, lee de nuevo el párrafo citado, y
mira más allá de las imágenes que son invocadas por el falso barniz de "codicia"
y "avaricia". Observarás que la maldad denunciada es "el insaciable deseo de
más". De más ¿qué?. De "mayor poder". ¿Qué tipo de poder? No hay una respuesta
directa en ese párrafo, pero la encíclica entera nos da la respuesta a través
de una importante omisión: no hace distinción entre el poder económico y el poder
político (entre producción y fuerza), sino que ambos conceptos son utilizados indistintamente
en algunos pasajes y equiparados explícitamente en otros. Si miras los hechos
de la realidad, observarás que el "mayor poder" que los hombres ricos buscan en
el capitalismo es el poder de producir independientemente, el poder de una
"insaciable" ambición de ampliar su capacidad productiva – y eso es
lo que la encíclica condena. La maldad no es el trabajo, sino el trabajo
ambicioso.
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por Ayn Rand,(Requiem por el Hombre)
Comentario en internet: Secuestrar el dinero de otras personas y adjudicártelo
a ti mismo y a tus compinches no es altruismo, es un mero robo. Si deseas regalar tu propio
dinero, en una sociedad libre nadie puede impedírtelo; si deseas regalar el dinero de
tu vecino, él podría ser como yo, y colgarte de un árbol. Los socialistas siempre chillan
"codicia" cuando sus víctimas no entregan el dinero sin pelear. Los socialistas tienen
"codicia por lo no-ganado", dijo Rand.