Evasión
Pensar es la única virtud cardinal del hombre, de la cual todas las demás proceden. Y su único vicio, el origen de todos sus males, es ese acto innombrable que todos practicáis, pero que os afanáis en nunca admitir: el acto de evadir, de dejar la mente en blanco, la suspensión deliberada de la propia consciencia, el negarse a pensar – no ceguera, sino rehusar ver; no ignorancia, sino rehusar conocer. Es el acto de desenfocar vuestra mente e inducir una niebla interna para escapar la responsabilidad de juzgar – en la premisa implícita de que una cosa no existirá simplemente si te niegas a identificarla, que A no será A mientras tú no pronuncies el veredicto "Existe".
El no pensar es un acto de aniquilación, un deseo de negar la existencia, una tentativa de aniquilar la realidad. Pero la existencia existe; la realidad no puede ser destruida, ella simplemente destruirá al destruidor. Al rehusar decir "Existe", estás rehusando decir: "Yo existo". Al suspender tu juicio, estás negando tu persona. Cuando un hombre dice: "¿Quién soy yo para saber?" – está diciendo: "¿Quién soy yo para vivir?"
Rebajándose aún más que un salvaje, que cree que las palabras mágicas que pronuncia tienen el poder de alterar la realidad, ellos creen que la realidad puede ser alterada por el poder de las palabras que no pronuncian – y su herramienta mágica es la evasión, la pretensión de que nada puede llegar a existir sin atravesar la magia negra de su negativa a identificarlo.
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No es un crimen que hayas podido cometer lo que infecta tu alma con una culpa permanente, no es ninguno de tus fracasos, errores o defectos, sino la evasiva mediante la que intentas suprimirlos; no es ningún tipo de Pecado Original ni desconocida deficiencia prenatal, sino el conocimiento y el hecho de tu negligencia básica, de suspender tu mente, de negarte a pensar. El miedo y la culpa son tus emociones crónicas, son reales y desde luego las mereces, pero no proceden de las razones superficiales que inventas para enmascarar su causa, ni de tu "egoísmo", debilidad o ignorancia, sino de una amenaza real y básica a tu existencia: el miedo, porque has abandonado tu herramienta de supervivencia; la culpa, porque sabes que lo has hecho voluntariamente.
"Discurso de Galt",
For the New Intellectual
GLOSARIO