Los mercados libres no tienen "maestros infalibles", lo que hacen
es liberarnos de tales "maestros" – de los planificadores centrales
que repetida y falsamente han expresado la capacidad y el derecho de orquestar
millones de vidas económicas. Los mercados libres le permiten a cada uno de
nosotros ser su propio maestro, manejar sus propios asuntos, producir y
comerciar como lo consideremos oportuno, y asumir la responsabilidad de las
consecuencias cuando fracasamos.
Todo el tiempo que Alan Greenspan trabajó para la Reserva Federal lo dedicó a distorsionar los resultados del
mercado con los omnipresentes controles de los mercados financieros, incluido
el mercado hipotecario. La Reserva Federal, por su naturaleza, ejerce un enorme
poder sobre el mercado pues es quien determina la oferta monetaria y las tasas
de interés, que a su vez determinan los préstamos, los créditos, y la
influencia de los bancos a través de toda la economía. Al inicio de su mandato,
algunos esperaban que Greenspan, quien se había opuesto con anterioridad a la
Reserva Federal y había sido partidario del patrón oro, minimizara la distorsión
de la Reserva Federal en los mercados. En cambio, Greenspan se convirtió en
nuestro Manipulador en Jefe, en repetidas ocasiones inflando la oferta
monetaria y bajando artificialmente los tipos de interés para supuestamente maximizar
la prosperidad. Además, no se opuso a otros distorsionadores del mercado como
Fannie Mae y Freddie Mac (que incentivó a los prestamistas a hacer préstamos de
billones de dólares que nunca habrían concedido en un mercado libre), ni al cartel
de agencias apoyadas por el gobierno dedicadas a evaluar títulos (y cuyos absurdos
modelos les daban valuación AAA a títulos respaldados por hipotecas).
Por lo tanto, cuando Greenspan habla, lo hace, no como la voz de un
(inexistente) mercado libre en finanzas y en vivienda, sino como la voz del planificador
central del gobierno – una voz totalmente motivada a culpar al mercado en vez
de culpar a las políticas de la Reserva Federal que distorsionan el mercado.
Ciertamente esta no es la voz del Alan Greenspan que denunció a la Reserva
Federal y defendió el patrón oro en 1960 como contribuidor al libro de Ayn Rand
Capitalismo: El Ideal Desconocido. Aquel
Alan Greenspan entendía lo que son los mercados libres, y explicó cómo ellos fomentan
el comportamiento racional de las personas en su propio interés, siempre y
cuando ellas sean las responsables de sus propios riesgos. También explicó cómo
las dádivas y los rescates del gobierno recompensan el comportamiento irracional
y destructivo. Por ejemplo, cuando el gobierno infla la oferta monetaria y
manipula los tipos de interés, les está dando a las instituciones financieras nuevos
fondos que no están respaldados por activos reales, fondos que son canalizados
en determinados sectores de la economía (como en acciones punto.com o en casas),
y que crean auges artificiales seguidos de derrumbes catastróficos. Este es el análisis
de Greenspan sobre el auge que precedió al derrumbe de 1929: "El exceso de
crédito que la Reserva Federal bombeó en la economía repercutió en el mercado
de valores – provocando un fantástico boom especulativo". ¿Suena familiar?
¿Qué identificaría el Greenspan de entonces como la causa del auge especulativo
de la vivienda en el centro de la crisis de hoy – el mercado o el maestro?
Greenspan tiene derecho a cambiar de opinión, por supuesto, pero es
intelectualmente deshonesto hacernos creer que el mercado que él ha manipulado
durante 20 años era verdaderamente libre. Y los que cuestionan las acciones de
Greenspan como jefe de la Reserva Federal no deberían preguntarle lo que no
hizo para prevenir la crisis financiera; deberían preguntarle qué hizo para
causar la crisis al usar su enorme poder para recompensar un comportamiento
irracional. Le deberían preguntar cómo él puede negar que su imprenta
inflacionista, junto con el estado de bienestar para las viviendas, creó la
falsa promesa de precios de las viviendas cada vez mayores que fue la raíz de
toda la irracionalidad del mercado – desde "cambiar" de casa
constantemente por diversión y lucro, a los "préstamos de mentiroso" con sólo
interés, para gente pobre, hasta las acciones de Wall Street de cortar,
descomponer y apostar a contratos hipotecarios dudosos.
Si alguien quiere entender cómo explica el libre mercado las crisis
financieras, debe leer a Ayn Rand, o a Ludwig von Mises, o incluso al Alan
Greenspan de hace 42 años. Pero oir al Alan Greenspan de hoy hablar de
mercados libres es como oir a un censurador chino hablar de libertad de
expresión.
Nada bueno se puede ganar, ni intelectual ni políticamente, con echarle la
culpa de nuestros problemas a algo que no existió – sea el mítico mercado libre
del auge de la vivienda o la mítica ideología de Greenspan del libre mercado. Los
americanos necesitan entender la verdadera naturaleza de Greenspan como
burócrata manipulador del mercado, para que podamos investigar los controles del
gobierno que son la verdadera causa del desastre actual, y así salvarnos de
desastres provocados por un mercado menos libre aún en el futuro.
El Maestro contra el Mercado
Por Alex Epstein y Yaron Brook
Alan Greenspan afirma que el mercado libre no consiguió evitar la crisis
financiera, y que está "asombrado" de que su profesada "ideología
de libre mercado" parece contener un "defecto".
Pero, ¿por qué hemos de tomárnoslo en serio? Greenspan, aunque estuvo un tiempo
atrás asociado con la filósofa de laissez-faire Ayn Rand, de hecho no ha
defendido el libre mercado desde hace décadas. Recordemos que este es un hombre
que durante dos décadas fue reverenciado por ser, en palabras del New York
Times, "el infalible maestro del sistema financiero".
Alex
Epstein es analista del Ayn Rand Center for Individual Rights (ARC).
Yaron Brook, Ph.D. en finanzas, es
presidente del ARC.
El Ayn Rand Center es una
división del Ayn Rand Institute y promueve la filosofía de Ayn Rand, autora de "Atlas
Shrugged" y "The Fountainhead."