Pero
lo más impresionante es que el público está empezando a entender claramente de
dónde proviene el alarmismo del calentamiento global: de burócratas, izquierdistas,
y de "la escatología – una creencia, o una psicología, de que estamos
acercándonos al Final de los Tiempos".
Stephens
concluye, correctamente, que pronto aparecerá otro asunto alarmista para
sustituir al calentamiento global. "Pronto vamos a necesitar otra amenaza apocalíptica
para que tome su lugar". Y le ofrece
un desafío a sus lectores:
"Por
la presente, entonces, propongo un concurso entre mis lectores
para que
inventen el próximo pánico. Tiene que involucrar algo
omnipresente,
invisible a simple vista, y de preferencia que sea algo
producido en masa. Y la solución
debe exigir impuestos, regulación,
y otros cambios a la civilización tal y como
la conocemos. El premio
del ganador será una cerveza y una hamburguesa, por mi
cuenta, en
el McDonald´s de la esquina de mi casa aquí en Nueva York
(hamburguesa de soja para vegetarianos). ¡Feliz paniqueo!"
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