Dado que el "Día de la Tierra" (Earth Day) está destinado a promover la
causa del ecologismo (o ambientalismo), y dado que el ecologismo es una
ideología anti-humana, aquellos que realmente se interesan por la vida humana
no deben celebrar el "Día de la Tierra"; deben celebrar el Día de Explotar la Tierra.
Explotar la Tierra – usar las
materias primas que existen en la naturaleza para los fines de la vida de cada
uno – es un requisito básico de la vida humana. O el hombre toma las materias primas de la Tierra
(árboles, petróleo, aluminio, átomos, etc.) y las transforma en los bienes que
su vida requiere – o muere. Para vivir, el hombre tiene que producir las cosas de las
que su vida depende, tiene que producir viviendas, automóviles, ordenadores,
electricidad, etc.; tiene que aprovechar la naturaleza y utilizarla en su
beneficio. No hay cómo eludir este hecho. Incluso el así-llamado "noble" salvaje tiene que coger
algo de la naturaleza, o perecer. De hecho, incluso si una
persona no produce nada, en la medida en que sigue vivo, indirectamente está explotando
la Tierra al sobrevivir como un parásito explotando los esfuerzos de otros.
Según el ecologismo, sin
embargo, el hombre no debería usar la naturaleza para sus necesidades, él no debería
tocar esos "bienes"; debería dejar a la naturaleza tranquila, pase lo que pase. El ecologismo
no está preocupado con la salud y el bienestar humanos, sean nuestros o de generaciones
venideras.Si
lo estuviese, abogaría por un sistema social que garantizase que la Tierra y
sus elementos fueran usados de la forma más productiva y que sirviera a la vida
lo mejor posible: el capitalismo.
El capitalismo es el único
sistema social que reconoce y protege el derecho de cada individuo a la vida,
la libertad, la propiedad, y la búsqueda de la felicidad. Bajo
el capitalismo, las personas son totalmente libres de elegir sus objetivos, de
determinar los medios para alcanzarlos, y de actuar de la forma que juzgen más
apropiada. En
consecuencia, los que reconocen que, para vivir bien, ellos y sus seres
queridos necesitan energía abundante, aire limpio, agua limpia, etc., tenderán a
usar los recursos disponibles de forma
racional, siempre con un ojo en el futuro distante. Además, bajo el
capitalismo, si una persona (o una empresa) arroja toxinas en la tierra de
alguien, o envenena su abastecimiento de agua, o de cualquier otra manera viola
sus derechos de propiedad, el delincuente es responsable ante un tribunal de
justicia. Pero,
mientras que una persona no esté violando los derechos de otro, es libre de
actuar de acuerdo con su medio de vida básico: el juicio de su propia mente.
El ecologismo, por supuesto, no está
a favor del capitalismo, ni puede estarlo, porque si las personas son libres
para actuar de acuerdo con su propio juicio, se esforzarán por producir y
prosperar; transformarán las materias primas de la naturaleza en los
requerimientos de la vida humana; o sea, explotarán la Tierra y vivirán.
El ecologismo rechaza la premisa
moral básica del capitalismo – la idea de que las personas deberían ser libres
para actuar según su propio criterio – porque rechaza una idea aún más
fundamental en la que se basa el capitalismo: la idea de que los requerimientos
de la vida humana constituyen el estándar, el patrón, el criterio moral de
valor. El criterio de valor en que se apoya el capitalismo es la vida humana (o sea, lo que es
necesario para que los seres humanos vivan y prosperen); el criterio de valor en
que se apoya el ecologismo es la naturaleza
sin interferencia del hombre.
El principio básico del ecologismo
es que la naturaleza (es decir, "el medio ambiente") tiene valor intrínseco– un valor en sí mismo y por
sí mismo, un valor separado e independiente de los requerimientos de la vida
humana – y que este valor ha de ser protegido de su único adversario: el hombre. Hay que dejar que los ríos fluyan sin el impedimento de diques hechos por
los hombres, ya que éstos cambian el flujo natural, alteran los paisajes
naturales y trastornan los hábitats de la vida salvaje. Hay que dejar que los glaciares aumenten o disminuyan en tamaño de acuerdo a
causas naturales, prohibiendo cualquier actividad humana que pudiera afectar su
tamaño. El dióxido de carbono producido por causas naturales (como el emitido
por océanos y volcanes) y el metano producido por causas naturales (como el
emitido por pantanos y termitas) pueden contribuir al efecto invernadero, pero
tales gases no deben ser producidos por el hombre. El
globo terrestre puede calentarse o enfriarse de forma natural (por ejemplo, a
través de aumentos o disminuciones de la actividad solar), pero el hombre no
debe hacer nada que afecte su temperatura.
En resumen, según el ecologismo,
si la naturaleza afecta a la
naturaleza, el efecto es bueno; si el
hombre afecta a la naturaleza, el
efecto es malo.
El colocar la esencia del
ecologismo en esos términos tan directos plantea algunas cuestiones
interesantes: Si lo bueno es la naturaleza intacta, ¿cómo va a vivir el hombre?
¿Qué va a comer? ¿Cómo
va a vestirse? ¿Dónde
va a vivir, a refugiarse? ¿Cómo
puede el hombre hacer cualquier cosa
que su vida requiera, sin alterar, dañar, o destruir algún aspecto de la
naturaleza? Para poder alimentarse, el hombre tiene que consumir carnes, frutas
y verduras. Para confeccionar ropa tiene
que usar pieles de animales, cultivar y trabajar el algodón, fabricar fibras de
poliéster, etc. Para construir una casa, o incluso una choza, tiene que talar
árboles, excavar arcilla, hacer fuegos, fabricar ladrillos, etc. Cada
una de las acciones que el hombre haga para sostener o sustentar su vida
implica la explotación de la naturaleza. O sea que, bajo la premisa del ecologismo, el hombre no tiene
derecho a existir.
Todo se reduce a esto: Cada uno
de nosotros tiene una decisión que tomar. ¿Voy
a reconocer que la vida del hombre es el criterio moral de valor – que lo bueno
es lo que sostiene y promueve la vida humana – y por lo tanto que la gente tiene
un derecho moral a usar la Tierra y sus elementos para servir las necesidades
de su vida? ¿O
voy a aceptar que la naturaleza tiene valor "intrínseco" – un valor
en sí misma y por sí misma, un valor que no tiene nada que ver con las
necesidades humanas – y por lo tanto que la gente no tiene derecho a existir?
No hay término medio: O la vida humana es el criterio moral de valor, o no lo es. O la naturaleza tiene valor
intrínseco, o no lo tiene.
El 22 de abril, deja clara tu
posición. No
celebres el Día de la Tierra; celebrar el Día
de Explotar la Tierra – y aprovecha para explicarles por qué a tus amigos,
familiares y colegas.
Durante el mes de abril se celebra el "Earth Day" internacional. Este artículo explica lo que hay que saber sobre ese día, y la actitud racional que hay que tener sobre él - y sobre todas las causas ambientalistas.